miércoles, 16 de febrero de 2011

Desprendimiento

Es tan triste,

es de tomarse en cuenta,

reflexionar,

cerrar los ojos,

voltearse y caminar.

Dar la espalda a la espalda,

poner más piedras,

el muro ya está construido.

Es ser en uno y sólo en uno,

uno sin otro,

sin miradas, sin brazos ajenos ...

sólo uno solo.

No importa que no haya nido,

nunca lo hubo.

Si te desprendes del ramaje,

sales del árbol,

si cruzas ríos,

encuentras desiertos,

si tu rumbo se aventura en océanos,

se pierde en cráteres.

Nada queda, nadie queda,

la luz propia se magnifica

y la vida se da en introversión.

La tristeza se anida entonces

en ojos, manos y trazos,

no queda más,

no hay circunstancia que habitar,

no hay hilos que tejer.

Sé entonces, sólo sé,

que el ayer será futuro,

será pozo y será piedra.

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